En la mitología de un antiguo pueblo surgió el mito sobre el “Sentimiento”, el cual se dice que mora en el corazón de todos los hombres. Sin embargo, como todos sabemos o al menos creemos, los sentimientos pueden ser buenos o malos, todo depende de la persona que exprese. En aquel remoto tiempo, dicese que dos hermanos, gemelos, fueron enviados por los dioses a la para que guiaran el corazón de los hombres, ellos eran Senti y Miento. Su llegada coincidió con en el nacimiento de la mas bella niña a la que se le puso por nombre Ilusión.
Ellos fueron enviados como mortales a cumplir su misión, la cual debían descubrir. Ellos se criaron junto a esta hermosa niña que era Ilusión. Senti siempre era muy atento con ella, en cambio Miento le gustaba hacerla llorar con sus travesuras como cualquier niño a esa corta edad. Es así como el tiempo pasó y paso, trasformándose en jóvenes llenos de vida.
Senti empezó a notar que ya no veía de igual manera a Ilusión, lo cual eso molesto mucho a Miento, desde aquel día Miento comenzó a alojar en su corazón una profunda envidia por su hermano, el cual cada día transcurrido lo dejaba mas de lado para estar con ilusión.
Una noche Miento iba caminando bajo la tenue luz de la luna por las calles de aquella aldea cuando un siniestro personaje se acerca y le pregunta en tono intrigante “¿te sientes solo jovencito?”, a lo que Miento respondió certeramente “no tengo a mi hermano Senti que me acompaña siempre”. Aquel viejecito comenzó a reírse burlonamente en la cara de Miento y le dice “yo he notado que el poco a poco te ha dejado de lado por estar con aquella jovencita”. Miento se acuerda inmediatamente de Ilusión y como lo que decía aquel anciano era verdad, pero Miento quería saber un poco mas de aquel misterioso anciano, así que le pregunta su nombre “oiga ancianito ¿y quien es ud?”, el con su risa burlesca contesta “un buen amigo que ha sido enviado por los dioses a aconsejarte, me presento, soy Rencor”. Miento quiso presentarse “mucho gusto yo soy”, y el anciano interrumpe diciendo “tu eres Miento, si te conozco”. El joven quedo asombrado con aquel anciano, el cual empezó aconsejar a Miento.
A la mañana siguiente Miento va corriendo apresurado a donde Senti el cual dormía tranquilamente, “hermano, hermano” grita Miento a Senti, “recoge nuestras cosas tenemos que marchar nos han acusado de un crimen, Ilusión esta muerta y tu eres el principal inculpado”. Senti en un acto reflejo rompe a llorar lo cual a Miento le causo un poco de agrado al ver a su hermano derrumbarse entre lamentos.
Esa misma mañana Senti y Miento abandonaron la aldea que los vio crecer y se dirigieron un sitio donde refugiarse. Pasaron mucho tiempo vagando entre aldeas en la cual siempre Senti dejaba muy buena impresión con los aldeanos, eso a Miento le seguía molestando por que por lo general Senti siempre lo sacaba de apuros ocasionados por la poca madures pero si mucha arrogancia de Miento.
Senti siempre estaba con una sonrisa a pesar de que en el vivía aun el recuerdo de su amada Ilusión la cual había muerto supuestamente por culpa suya. Cada mañana que pasaba Miento le recordaba el pasado a Senti, casi no parecían los hermanos que una vez tanto cariño se tuvieron al menos eso era lo que Miento reflejaba envenando cada vez su mas corazón con los consejos dados por aquel anciano llamado Rencor.
Caminando ambos hermanos por un sendero el cual llevaba a otra aldea Miento tropieza y cae muy fuerte contra el suelo golpeando su pecho, Senti al ver a su hermano caído y sufriendo con inmenso dolor acude en su ayuda. Miento en una actitud infantil e inmadura nuevamente, empuja a su hermano lejos diciendo “yo no necesito tu ayuda, ya no soy un niño y tu no eres mi padre solo eres mi hermano gemelo”, Miento pensaba en su interior “si yo hago todo lo posible para que el se sienta mal, por que insiste en ser tan bondadoso, que es lo que pretende”.
Aquel día Senti por primera vez nota algo extraño en la expresión del rostro de su hermano, el cual si bien nunca fue muy expresivo esta vez si expresaba algo y era odio o mejor dicho rencor.
Pasaron así vagando entre aldea y aldea siete largos años en los cuales Senti y Miento estan unidos como los hermanos que eran antes, como cuando eran niños si ya bordeaban los 25 años eran nuevamente aquellos que nunca debieron dejar de ser.
Miento en una fría noche muy similar a aquella en la cual encontró a ese anciano que cambio sus vidas, empieza a recordar que si bien en aquel tiempo sentía envidia por el amor que había nacido entre Senti e Ilusión, comenzó a darse cuenta de que Senti realmente nunca lo había cambiado por Ilusión y que siempre estuvo con el cuando lo necesito, Miento comienza a pensar en como reparar el daño causado a las vidas de Senti e Ilusión, que por encontrarse ciego por la envidia de perder el cariño de su hermano le siguió los consejos de Rencor.
Es así como Miento en cada aldea que pasaba dejaba una carta con un mensajero, la cual iba dirigida a Ilusión, en la cual le explicaba lo que había sucedido aquella fatídica noche pidiéndole disculpa y diciendo que Senti nunca la abandono y jamás ha dejado de amarla. Senti nunca se entero de lo que Miento hacia ya que lo hacia en la penumbra de la noche.
Y es una de esas noches en la que Miento enviaba una carta a Ilusión en la que vuelve a escuchar aquella inconfundible y siniestra voz. Era Rencor el cual venia por que presintió que Miento ya no sentía aquella envidia por su hermano. Rencor mirado fijamente a Miento a sus ojos le dice “veo que te has vuelto noble al tratar de enmendar el daño que tu ocasionaste”, lo cual a Miento lo molesto mucho ya que fue aquel anciano que le aconsejo que actuara así., sin embargo el hizo caso omiso de las de Rencor, el insinúa “tu nobleza no será pagada con el respeto de tu hermano si es que se entera de lo que tu haz hecho”. Miento encara a Rencor y responde “ya he ocasionado mucho daño a el y me di cuenta que el nunca dejo de esta a mi lado, como tu esa me dijiste, así que déjame en paz y no quiero saber de ti”. Rencor se burlescamente y agrega “no te preocupes tu nunca mas sabrás, pero Senti si.”, desapareciendo entre las sombras de la noche.
Al la mañana Senti y Miento emprendían a otra aldea, cuando Miento escucha “hola Miento ¿no me presentas a tu amigo?”, era Rencor el que venia cobrar su deuda con Miento por haberlo traicionado, ambos hermanos ignoran aquel personaje y siguen su rumbo, es ahí cuando a la distancia de se escucha: “Miento! prometí que tu no sabrías de mi, pero Senti pagaría por eso”. El bosque entra en silencio de aquella silueta que a la se veía a lo lejos dispara una flecha la se encamina a gran velocidad. Senti sin darse de lo que ocurría e ignorando el peligro seguía camino, Miento al darse que su hermano esta en problemas, se va en carrera para salvarlo una muerte que venia a gran velocidad, mientras corría recordaba todos los bellos momento vividos con su hermano desde que eran unos niños. Lanzando un grito Miento cae sobre Senti, el cual piensa que esta jugando como cuando eran niños. Miento con una sonrisa tibia pregunta a Senti “¿estas bien hermano?”, Senti no comprende el por que de la pregunta y contesta “¿Por qué no habría de estarlo si estas tu conmigo?”. Senti comienza a percibir que algo esta mal sus manos están empapadas de sangre y con pavor ve el pecho y el corazón de su hermano destrozados por aquella flecha lanzada por Rencor, el cual ya se había desvanecido, por aquel sacrificio de Miento que sin pensar un minuto en su vida salva a su hermano de aquella flecha. Senti al ver a su hermano rompe en llanto y trata de salvarlo, pero ya era tarde Miento esta herido de muerte y con sus ultimas fuerzas pide perdón a Senti por el daño que había causado años atrás cuando abandonaron su aldea. Senti no comprende lo que Miento esta diciendo y el por que esta pidiendo perdón, es entones cuando Miento le cuenta que todo había sido inventado por que no quería compartir el cariño de el con Ilusión. Y en un acto que solo se da entre dos hermanos Senti abraza a Miento fuertemente y le dice entre lagrimas las cuales caían sobre su pecho empapado en zanje “hermano mío yo ya te he perdonado, solo quiero que te perdones tu”. Con su ultima fuerza Miento sonríe a Senti diciendo “hermano yo he quedado aquí, pero tu tienes que regresar a nuestra aldea allí te están esperando, mi alma estará siempre contigo, solo te pido que seas feliz y nunca dejes que Rencor regrese”. Miento con un suspiro profuso y mirando en dirección ha dejado de respirar y su corazón de latir.
Senti queda llorando la partida de su hermano el cual aun esta en sus brazos y con una sonrisa parte al rencuentro a de su gran amor.
Cuando Senti estaba llegando a su aldea vio a lo lejos una bella y resplandeciente silueta en el muelle mirando al horizonte como si estuviera esperando a alguien, era ella, Senti corre a su encuentro y la abraza fuertemente. Ilusión seguía tan hermosa como antes y el amor que de en ellos nació nunca se perdió. Los días fueron pasando todos en la aldea estaban felices por el regreso de Senti, pero sin embargo había un gran vació Miento ya no estaba. Ilusión muestra a Senti las cartas que Miento le había escrito pidiendo disculpas por lo que había ocasionado, ambos se abrazan y recuerdan los tiempos cuando eran niños y jugaban por la calles de la aldea. Es como el tiempo sano aquellos y a trajo al mundo una nueva vida era el primogénito de Senti e Ilusión, un bebe de de piel blanca como la leche, una dulce mirada que enternecía hasta el mas frió corazón que daba paz con una sonrisa su nombre era “Sentimiento”.
La misión de ambos hermanos estaba cumplida, habían dejado en la tierra la pureza de un corazón la unión ante lo adverso, la expresión del más puro que puede tener el hombre que atar vez del amor da vida a un Sentimiento
FIN
|