Algo bizarro es algo valiente. Cualquier persona que busque en diccionarios de español se encontrará con esa respuesta. La RAE nos dice:
bizarro, rra.
(De italiano bizzarro, iracundo).
1. adj. valiente (ǁ esforzado).
2. adj. Generoso, lucido, espléndido.
Generoso, lucido, espléndido, una oda a la valentía y al heroismo con el fusil. Pero no. Nadie ocupa bizarro como sinónimo de avezado último soldado (todavía no he escuchado a alguien referirse a lo bizarro que fue el acto de salvar al niño de morir en las vías del tren, por ejemplo). Y por eso surgió en mí el bicho de la curiosidad más profunda: ¿por qué asociamos "bizarro" con algo freak, raro, extravagante, insólito, fenomenal o underground cuando ni de cerca es la definición que de él tenemos en español?
La verdad escribo este post porque hace años que tenía la duda. De adolescente estaba acostumbrado a asociar "bizarro" a este paradigma underground hasta que llegó el fatídico día que me topé con la RAE. Entonces parché y parché mi ansiedad creando extrañas y endebles redes que asociaban la valentía suprema con el freakismo. Un día leí que "bizarro" se aportillaba como extravagante porque correspondía, precisamente, a una valentía extravagante. Una valentía bizarra era aquella que te dejaba peleando contra el ejército enemigo aun cuando tus tropas retrocedían en una retirada evidente. Este acto loco y fuera de las casillas con el tiempo finiquitó en el valor que nosotros otorgamos al concepto; avezamiento. Pero en algo no me coincidía, y pensaba que esta explicación era tan rebuscada como ilógica. Simplemente, bizarro no podía ser valiente, entonces ¿estaríamos todos equivocados? ¿qué es realmente lo bizarro? ¿la RAE es una encomienda del anticristo?
Nunca pude satisfacer esa duda. Hasta que llegó este día.
En los tiempos modernos, digo, en los tiempos que hoy estamos viviendo, las respuestas o llegan por google, o no llegan. Las bibliotecas están obsoletas para el lector rápido y fastuoso que prefiere la fast food, los diccionarios deben ser virtuales para ser consultados, y las personas sin messenger están condenadas a la perdición (hay casos de individuos que dudan de su existencia al no poseer internet). Y así fue, como navegando por la red, di con la solución más cuerda que hasta el momento he hallado para el lioso "real" significado del bizarrismo. Resulta que la acepción que nosotros utilizamos frecuentemente de la bizarría no tiene orígenes en nuestra lengua, sino en la otra, la grande, la globalizada: la gringa. Bizarre, el término anglo-francés, quiere decir: "raro, extravagante", y nosotros, permeados, lo acaparamos, desplazándolo por sobre nuestro bizarro/valiente original, que quedó relegado como todos sabemos, a la expresión diccionárica y completamente excluido del coloquio urbano. Lo único que me hace dudar de esta hipótesis es lo escrito por la periodista argentina Magdalena Rodríguez para El Clarín:
"La acepción que los fanáticos de lo raro, lo extravagante, lo fenomenal hoy le adjudican, casi seguramente proviene del italiano spirito bizarro, usado por primera vez por Dante, quien en el Infierno describe al espíritu furioso (bizarro) dándose a sí mismo dentelladas (extraña forma de suicidio ante la que esas almas en pena canibalizadas de la posmodernidad, que piden ser engullidas por otros, de seguro se prosternarían)."
Esta cita a La Divina Comedia me hace perfecto sentido por el origen italiano de la palabra, bizzarro, que significa, como dice la RAE, iracundo. ¿Una muerte iracunda, salvaje, con valía personal al mantener el honor y la dignidad? ¿una muerte extraña, underground, pero no por ello menos gloriosa?
Comentándole estas interrogantes a una amiga, Carolina Almonacid (estudiante de psicología de cuarto año y asidua lectora), me cotejó la posibilidad de que los ingleses o franceses, más recatados en los campos de batalla, llamasen "bizarro" a aquel valentón loco que se lanzaba en la primera fila sin más seguridad que conseguir una muerte digna y quijotesca, planteamiento que me hace juicio.
Sin duda, preguntarle a un etimólogo la raíz semántica de nuestro bizarro, o el bizarro anglo, que quizás tengan el mismo origen italiano, sea la mejor de las vías. Por ahora sólo resta seguir buscando o interpretando, tratando de ser lo menos subjetivo posible y sin lanzarse primero cuando las flechas están volando.
¿Será nuestro bizarro-valiente la misma palabra que el bizarre-underground con la única diferencia que sus usos se polarizaron en el tiempo a través de la evolución natural del bizzarro-furioso?
Asísteme, logos, dije suspirando. |