Si por un segundo te sentiste incomoda por un abrazo Si sentiste interminable el momento y te sentiste sofocada Si deseaste moverte y otros brazos no te lo permitieron Si acaso sentiste que ese abrazo quería alcanzar la eternidad. Entonces no has sentido la necesidad de incomodar, sofocar e inmovilizar a un momento que jamás se repetirá.
Texto agregado el 09-01-2004, y leído por 193 visitantes. (4 votos)