Espejo de aguas negras,
cuyo salobre sabor
mis lágrimas lo dieron,
sólo tú reflejas mi Alma!.
Amo esas pequeñas luces
que surcan tu delicada piel,
obsequiándote esa etérea,
pero fascinante belleza.
Son semejantes a mis afiladas uñas
cuando mi pálida piel rasgan
-para sólo sentir ese instante eterno
de Paz Embriagadora-
Hasta que la herida en la
vampírica piel cierra,
la carne a la carne se une
y mi espíritu borracho de placer
retorna a su maldito cuerpo.
Mientras que por fuera (de ti y de mi)
nuestras vestiduras
-esas finas ropas hechas de calma-
ocultan las tempestades
que por dentro nos destrozan.
Somos como esas criptas blanquecinas
llenas de cadáveres por dentro
que rara vez vomitan a sus muertos.
Texto agregado el 20-07-2006, y leído por 295
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Lectores Opinan
27-10-2006
Muy buena. Es fuerte, es misteriosa y certera.+++++ crazymouse