Te perdí una tarde que ya nosé si hacía frío o calor, ¿acaso fue una tarde?
Te perdí cuando de mi suspiro te llegó un golpe y mis labios queriendo decir te ano lanzaron una emboscada bien intencionada, tan duro fue para mí perderte, tan tristes días, extrañé la alegría y la risa, extrañé el hambre y el despertar aceptable, extrañé tus mares, tus tormentas, extrañé aún tus paisajes lejanos y la lluvia que caía mientras nuestros pasos se alejaban. Ahora, extraño la desdicha que me produjo perderte, la invoco en los momentos más solitarios y la nostalgia saluda mi rostro con un par de lágrimas, pero no logro encontrarte como antes, encontrar ese pesar, ternura, suspiros, afectos, latidos, ya no están más, quizás antes te perdí cuando podía encontrarte, hoy, en cambio, te fuiste tan lejos que hasta de mis recuerdos siento que te pierdes lentamente.
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