La historia que voy a narrar a continuación es bastante terrorífica. Por lo que amigo lector si usted está enfermo del corazón o padece de los nervios le recomiendo pase por favor a otra sección.
Durante varias generaciones mi familia heredó la religión católica, sobre todo mi madre, ella asiste regularmente al menos una vez por semana a misa. Yo sinceramente de pequeña había tenido mis dudas, algunas situaciones que observe dentro de la iglesia provocaron en mí la perdida de la Fe.
Durante ocho años nunca asistí a misa y mi mamá siempre insistió en que la acompañara sin lograr convencerme.
Cierto día en la mañana estaba yo muy tranquila recostada en mi cama, cuando escuche que tocaron suavemente la puerta, me espere por si alguno de mis hermanos abría, pero por el silencio en la casa supuse que esta sola, así que me levante y me dirigí a abrir la puerta.
Eran dos personas cada una con un portafolio, vestidas elegantemente y una amplia sonrisa y cuando comenzaron a hablar se notaba una amabilidad exagerada, cuando me dijeron que si tenia cinco minutos para darme un mensaje, ante tanta amabilidad no pude resistirme y les dije que si.
Me dispuse a escuchar detenidamente su mensaje, empezaron a hablarme con fluidez y conocimiento notable de la Biblia, decían que en un futuro el planeta se convertiría en un gran paraíso terrenal, que Dios tenía un propósito con la humanidad, la manera en que lo dijeron me impactó, el brillo en sus ojos reflejaba la esperanza y felicidad. Quede cautivada con el mensaje que inmediatamente acepte estudiar semanalmente con ellos la Biblia. Después comencé a asistir regularmente a las reuniones, donde conocí a gente muy amable y sencilla que me saludaban efusivamente, tal situación hizo que me sintiera muy feliz y conforme iba conociendo más a la organización más me convencía de que había encontrado la religión verdadera, era como si hubiese hallado un tesoro y mi entusiasmo lo compartí con mi familia, llevándoles el mensaje, me escuchaban con incredulidad, falta de interés y bostezos, por lo que con el tiempo ya no les dije nada más.
En un atardecer estaba leyendo profundamente la Biblia recostada en una suave almohada, mi recamara esta situada al final de la casa en un lugar muy tranquilo y propenso para la lectura. Estaba repasando algunos detalles acerca de mi estudio semanal cuando de pronto empecé a sentir que hacia mucho frío, que extraño, pensé, es verano y volteé hacia la ventana y vi que estaba cerrada, después tome la Biblia y la coloqué sobre mi pecho, puse las manos atrás de mi cabeza y me quede inmóvil, meditando, tranquila.
Frente a mi cama está un tocador con un espejo muy grande, me quede viendo al espejo y empecé a dormitar, cuando estaba en la etapa de dormida y despierta, enfoque la vista al frente y pude distinguir de manera súbita la figura de un hombre vestido elegantemente, tenia el bigote finamente recortado, mirada profunda y enigmática, pero su áurea desprendía un fulgor de miedo y terror. Instantáneamente sentí como un escalofrió me recorrió la piel desde la punta de mi dedo gordo hasta la nuca, después inmediatamente se me pararon los pelos.
Me quede inmóvil viéndolo, no podía gritar ni moverme, mentalmente empecé a rezar, me sentí protegida por la Biblia que tenía en mi pecho, le pedí ayuda a Dios. Y ocurrió el hecho más tenebroso que he vivido en mi vida cuando en mi pecho se empezó a hojear la Biblia sola, ante mi mirada atónita y desorbitada; de pronto paró y se quedó abierta como a la mitad.
Dirigí mi vista al desconocido que me miraba fijamente con una mueca burlona, y en mi mente pronuncié el nombre de Dios: “Jehová protégeme.” Inmediatamente el se inquietó notablemente y yo pude recobrar mi movilidad y sacando fuerzas de la nada me atreví a preguntarle que quien era y que quería. Se me quedo viendo y se empezó reír con una risa tan burlona que me provocó nuevamente que se me enchinara la piel y erizara el pelo. Después inmediatamente callo la risa y me dijo: "Yo soy el dios y gobernante de este sistema de cosas", soy Satanás y todo lo que ves a tu alrededor me pertenece y la mayoría de los actos de la humanidad los controlo yo, luego apunto con el dedo a la Biblia y dijo: "La respuesta está ahí" y se desvaneció en el aire. Yo quede en estado de asombro, temblando, llorando hasta que mi mamá me encontró y me abrazo, que tienes hija, ¿Qué te pasa? Pasaron como tres horas en lo que me recuperé, mi mamá ya había llevado a un sacerdote, que rezaba y me echaba agua bendita. Cuando todo volvió a la normalidad me dispuse a leer en la Biblia la parte donde se quedó abierta, y en 1 Juan 5:19 leí lo siguiente: "Sabemos que nosotros nos originamos de Dios, pero el mundo entero yace en el poder del inicuo."
Al otro día le narré todo lo sucedido al líder de la congregación y este me dijo que este ataque del diablo fue originado por qué él desea que ningún ser humano haga la voluntad de Dios y el siempre va buscar extraviarnos, yo hasta la fecha sigo en esta organización, me bautice y llevo una vida tranquila. Pero este hecho que me ocurrió nunca se me olvidará, muchos no me creen, pero yo sola sé que todo es verdad.
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