Bla bla bla bla
bla bla bla bla bla bla
bla bla bla bla bla bla bla bla bla
bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla
Así suena el mar de día y de noche.
Y por otro lado jamás podré llevarme todos tus semáforos.
Que una mano se deslice por la luna
No quiere decir que hay dos turnos bajo las hojas secas
Aunque la pintura de los ojos retroceda
O se amarre unos puentes en el pecho
Siempre caemos en las palabras.
Texto agregado el 18-07-2006, y leído por 149
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