Amor… presente amor
auxilias mi razón
y regando mis hojas
de minuto a minuto,
tu constancia guardiana,
da consuelo a mis horas
y en dulce disimulo
mi cariño te ganas,
ganas mi corazón.
Amor… ausente amor…
¿qué quieres que te diga?
sólo que Dios bendiga
la existencia del mal
que permite encontrar
un maravilloso don:
EL BIEN. Que Dios bendiga
el que yo te haya amado,
pues no puede olvidar
quien no haya suspirado,
experiencia vivida.
Y yo deseo que siempre
se tenga enaltecida
mi ilusión anterior,
la nueva brota alegre
de la buena semilla
de fructuosa pasión.
Texto agregado el 18-07-2006, y leído por 235
visitantes. (13 votos)