Cuando todo se haya apagado para mí,
cuando la noche se quede pegada a mis párpados,
cuando ya no tenga planes para el día siguiente,
cuando los que planifiquen mi miseria
sean los gusanos que se hartarán conmigo,
cuando los soles sean soles ignorados y la lluvia
sea sólo agua que ya no calará ni enfriará mis huesos,
cuando los relojes y calendarios pierdan su razón de ser
y ya no haya lágrimas en mis órbitas vacías,
cuando el cuando nada signifique para mi mente,
mente fugada durante el armisticio de mi cuerpo,
cuando los ecos ciegos de la tierra se desplomen
y sean terrones entre los terrones, cuando todo sea silencio,
cuando me vaya transformando en polvo estéril,
cuando de mí, sólo perdure una lápida borroneada
cuando la transmutación de mi esencia se haga efectiva,
yo estaré tan lejos e inexistente, tan sutil y etéreo,
acaso en las esporas de la maleza o siendo parte vital
del sistema digestivo de una larva, ya no seré y si seré
pero no el que ahora soy sino la suma cierta
de todas mis descomposiciones…