Desde que era pequeña, nunca falto la educacion en mi casa; y de la buena. Aprendi muchas cosas: a respetar a los mayores, a no aceptar nada sin el permiso de mi madre, aprendi a decir gracias, a no orinarme en la cama, aprendi a abrocharme los zapatos y entre otras cosas me enseñaron que los homosexuales no son buenas personas.
Eso fue lo que me enseñaron. Recuerdo que a veces cuando caminaba por la calle y veia a Nora se me revolvia el alma, y dandole riendas sueltas a mi imaginacion no entendia muchas cosas. Mi mente era tan pequeña que no podia ni pensar como se podia dar una relacion entre dos del mismo sexo. Por otra parte Dios...es que acaso ellos no son hijos de Dios? y como Dios entiende eso? yo siempre supe que ese amor era prohibido por Dios y por los hombres.
Todavia recuerdo mis pensamientos traumaticos, solia pensar que me estaba volviendo loca; y eso sin hablar de mi reflejo en el espejo cada mañana. Me miraba en el y veia la imagen de Nora en frente de mi...era algo insolito y exasperante, solo queria huir, huir de todos, de mi familia, de la sociedad, de mis amigos; pero era en vano pues de quien mas quise siempre huir era de mi misma.
La negacion, esa fue la primera etapa; que vino acompañada de rebeldia en contra de la sociedad, en contra de la hipocresia, en contra de la enemistad; pero mas que todo en contra de mi persona. Ahora Dios me olvidaria, y los hombres siempre me señalarian; mis amigos se irian, y mi familia...no se.
Despues vino la lucha, queria ser otra persona a toda costa. Era una lucha en contra de mi misma, todavia mi mente seguia cerrada. La energia en mi pecho se acumulaba y solo salia un poco a traves de la pequeña aguja que jugaba con mis dedos, haciendolos llorar lagrimas rojas, cada vez que me era imposible olvidar quien soy.
Despues vino la aceptacion...debo decir que comenzo cuando realmente me enamore. Ahora mi madre esta a mi lado, hablo con Dios todos los dias y el me entiende; y mis amigos... ellos no lo saben, pero tampoco me importa. Todavia lucho; pero esta vez por sobrevivir en este mundo imperfecto de criticos insensibles.
Con mi aceptacion vino la de la sociedad, al menos ahora ya no le presto tanta atencion. Lo que todavia no puedo entender es la hipocresia y no creo que alguna vez lo hare.
Los Homosexuales somos personas como todas las demas, y nos duele cuando se nos hiere. Tenemos familia, y Dios esta con nosotros tambien.