Desvistasmos la sonrisa
liberándole ataduras
escuchando como suena,
corriendo fuerte y segura
de mis ríos la ténue brisa.
Despojémos los candados
de la coraza del alma;
muramos de deseos
entre tu impetud y mi calma.
Descubramos las ventanas
y corramos las cortinas
de ojos,en brillo penetrable
con la piel confundida
hasta hacernos vulnerables
...sin tus armas,sin las mías.
Entreguemos sin máscaras
sin antifaz,ni vestiduras
lo que somos, sin condición
sin los gritos del silencio
que anteponga el corazón.
Texto agregado el 14-07-2006, y leído por 139
visitantes. (3 votos)