ERA NAVIDAD ENTONCES
Dafne.: Papi, ¿Papá Noel es gordo por que come mucho panteón?
Ánggel: ja ja ja…, no, cómo dices eso, Dafne
.Dafne: Papi, pero si Papá Noel tiene bastante juguetes, ¿por qué no le alcanza para todos?
Ánggel: No lo sé, pero de seguro que si tú le pides algo, él te lo trae.
Dafne: Papi, ¿tu crees que mi mamita en el cielo puede decirle a Diosito que me mande juguetes?
Ánggel: Seguro que si, pero debes de pedirle con el corazón y Diosito te mandará.
Dafne: Papi ¿Por qué no derrumbamos nuestra pared?
Ánggel: ¿Derrumbar la pared? ¿y para qué haríamos eso?
Dafne: ¿Qué, no sabes? Papá Noel es gordo, y nosotros no tenemos chimenea. Y si Papá Noel piensa venir a darme un regalito, de seguro que se va a subir por nuestra pared, esta está muy vieja y con orines de borracho, él esta gordo, no va a poder subirla. Mejor hay que poner una escalera.
Ánggel: Ja ja ja ja, que cosas dices, Dafne. Papá Noel a estas alturas ya sabrá nuestra dirección.
Dafne: Papi, yo no estoy segura de que él pueda venir. ¿Por qué no ponemos un letrero con luces grandes y de colores diciendo:” aquí vive Dafne, la hija de Ánggel”? Así Papá Noel no se va a equivocar y bajará con sus burritos aquí.
Ánggel: Ja ja ja ja. No, Dafne, no se llaman burritos .Esos animalitos se llaman alces.
Dafne: ¿Y por que tienen cachos?
Ánggel: No sé, será por que sus chicas, las alces hembras les habrán sacado la vuelta, Ja ja ja ja.
Dafne: ¿Verdad, papi?
Ánggel: No, no, cómo crees. Solo bromeo.
2 meses despues
Dafne: ¡Papi, papi, faltan 3 días para Navidad!
Anggel: Pucha, Dafne, se me había olvidado.
Dafne: ¿Cómo se te va a olvidar, si tu me has dicho que de chiquito a ti te gustaba mucho la Navidad, eh?
Ánggel: Ando volado estos días con todo el trabajo, y no sé si pueda venir mañana en la noche.
Dafne: ¿Cómo? ¿No vas a venir? ¿Pero por qué no le pides permiso al señor flaquito?, seguro él te va a entender, porque también tiene una hija pequeña
Ánggel: Es que ya se lo pedí, Dafne, y no ha querido.
Dafne: ¡Ya sé!, hazte el enfermo, y cuando venga a preguntar por ti, yo le digo que tienes harto calor en la frente.
Ánggel: Eso seria mentirle, y ya sabes que en esta casa no se miente
.Dafne: Entonces estaré solita. O me quedaré en la casa de las vecinas otra vez.
Anggel: ¿Y por qué no te gusta quedarte en la casa de la vecina?
Dafne: Porque ellas reciben regalos en cajas grandes y me hacen burla por que somos POBRES.
Ánggel: Bueno, déjalas. Ya sabes, Diosito quiere a las personas que son humildes.
Dafne: Papi, ¿qué tal si voy a cuidar a la viejita que está a dos cuadras? Dicen que ella no tiene hijas y pasa las Navidades llorando. Si yo voy, ella no va a llorar y yo me acompaño con ella. ¡Anda, papi, di que sí!, ¡ya pues, papi, di que si!
Ánggel: ¡Pero si ella casi no te conoce y no nos habla! ¿Cómo vas a ir a su casa? ¿Qué llegarás diciendo.
Dafne: Entonces más ratito yo le digo que por favor para mañana me invite a su casa, y que yo llevaré el panteón y los chocolates.
Ánggel: Hum, hum… no sé… ¿Qué dirá la señora? ¡Pucha, Dafne, que vergüenza!
Dafne: Pero papi, tu me has dicho que en la Navidad los corazones de las personas se alegran y se llenan de amor y de paz. De seguro a esa viejita su corazoncito ya se le esta llenando de amor, por que faltan solo dos días para Navidad.
Ánggel: No puedo rebatir esas palabras. (Es tan ingenua, tan dócil, tan cándida que me pierdo en su mirada, sus palabras me devuelven la fe, ojalá su madre viviera; mi Dafne se parece tanto a ella: sus cabellos dorados y los ojos tristes pero muy negros, tiene la sonrisa amplia y el corazón de oro; los labios los heredó de su madre también y la alegría contagiante seguro que es de mi madre.)
Dafne: Papi, ya le dije a la viejita, y ella ya me dijo que si.
Ánggel: ¿Y esos focos en el techo? ¿para qué son?
Dafne: bah, ¿no sabes?, es para que Papá Noel sepa donde vivo. Papi, el pantalón que me iba a poner para la Navidad se me ha roto, por favor ¿lo puedes mandas parchar? Le dices a la señora que le ponga un parche de Winnie the Phoo.
Ánggel: Bien, yo te lo mando a parchar. Hoy voy a pedirle permiso al señor flaquito, como tu le dices a mi jefe, para que me deje estar contigo en la Navidad. Así los dos podremos esperarla juntos, ¿qué te parece?
Dafne: Ya papi, pero si tu vienes aquí a la casa, yo invito a la viejita y así ella no se sentirá sola y estará acompañada de nosotros. Recuerda que si tú no estabas, ella me iba a dar panteón en su casa
.Ánggel: ¿Tanto te gusta el panteón?
Dafne: ¡sipirili, si papito! Y más cuando tiene esas cosas arrugaditas y ese dulcecito de colores
.Ánggel: Pucha, tu te pasas Dafne, ja ja ja.
Lunes 23 de Diciembre.
Dafne: Papi, ya sabes, no te olvides de pedir permiso.
Ánggel: Ya, ya, ya. Más bien dame un besote gradazo.
Dafne: Ya pues, pero me traes algo. Papi, ya planché ayer tu pantalón viejo y tu camisa también.
Ánggel: Gracias. Princesita. No sé que haría sin ti.
Lunes 23 de Diciembre ,11 de la noche.
Ánggel: ¿Qué haces levantada a estas horas?
Dafne: No sé papi, de repente sentí aquí adentro un dolor muy fuerte, toca aquí .Mira, ve.
¡Ay, me duele fuerte! La cabeza también me ha dolido, hasta en el colegio.
Ánggel: Ven, vamos a la posta; te voy a llevar rápido.
Dafne: No, no, ya se me está pasando. Mejor te cuento lo que he hecho: mira, ya planché nuestra ropa, he barrido la sala y ya regué las plantas. También he puesto las escaleras para que venga Papá Noel, y escribí una tarjeta para mi mami, se la voy a llevar al cementerio. A ver ¿qué mas, qué más?... he hecho una tarjeta para ti también, pero te la daré mañana a las 12 de la noche. Y he forrado una caja grande para guardar los regalos que Papá Noel me dará.
Martes 24 de Diciembre
Ánggel: ¿Y, dormiste bien? ¿Ya no te duele el pecho? Mira que su aún te duele nos vamos a la posta médica.
Dafne: Nada que ver papi, no sé ni por qué me habrá dolido. Papi, ¿vas a venir hoy día, sí o no?
Ánggel: Si, Dafne, si voy a venir. Invita a la viejita de la otra cuadra, para que esté con nosotros esta noche.
Dafne: ¡Papi, papi!, ¡hoy día, hoy día Papá Noel me traerá regalos, hoy día voy a tener muchos juguetes!, ¡yupi, yupi, bravo, bravo!, ¡jojolete jojolete, voy a tener regalos, voy a tener regalos!
Ánggel: Ya cálmate Dafne, que me haces reír.
(En verdad no sé qué le pueda regalar esta noche a mi Dafne. En la fábrica no nos pagan desde hace un mes, y según dicen, no creo que paguen este día. Siento tristeza por ella, siento rabia de no poder regalarle nada, es un día especial para ella. ¡Si supieran que ha mandado al cartero más de 200 cartas para Papá Noel!)
10 de la noche.
Dafne: Papi, ya vino la señora viejita.
Ánggel: Hazla pasar a la sala, o mejor que venga aquí, a la cocina y que nos ayude.
Dafne: Papi, ¡faltan dos, dos horas papi para tener juguetes nuevos!, faltan dos horas, lero lero, faltan dos horas! ¡Ay!, hum… papi, me duele de nuevo aquí, en el medio de mi pecho.
Ánggel: ¡No me hagas asustar!, no te hagas la viva
.Dafne: ¡No, en verdad papi, me duele! ¡Papi, ayúdame, ayúdame!
Ánggel: A ver, déjame ver… ¡hum, si estas sudando! Ven, échate a la cama.
(Ella no lo sabe, pero su condición es muy mala, cada vez se está poniendo más morada. ¡Debo de evacuarla a un hospital!)
(Estoy bañado en lágrimas y entro al nosocomio como una tromba, empujo a la gente en el camino. Esto es de vida o muerte, mi Dafne está muy grave, ya va perdiendo el color y se está poniendo cada vez más y más fría; siento que se retuerce en convulsiones una y otra vez, sudando copiosamente.)
Martes 24 de Diciembre. EN EL HOSPITAL
Ánggel: ¡Doctor, ayúdeme con mi hija! ¡Por favor, sálvela!,¡ por lo que más quiera, ayude a mi Dafne!
Doctor: Primero pague su consulta y póngase por ahí. Aún no hay cama, espere su turno.
Ánggel: ¿No ve que mi hija se esta muriendo? ¡Ud. no está haciendo nada! ¡Ayúdenos por favor!
Doctor: Mire, señor, mi turno ya se acabó. Espere al otro médico y con él llena todos los formularios. Mejor aún, ande, avance y pague la cuenta, ya sabe aquí el servicio no es gratis. Hay que pagar.
Ánggel: (casi me arrodillo ante él suplicándole) ¡Ayúdenos por favor, atiéndala Ud.! .Por favor, ¡no sea malito!
(Ya casi no siento a mi Dafne, la respiración es lenta su semblante se transforma en un rictus de agonía profunda… mi niña está muriendo, ¡alguien ayúdeme, por favor, por favor!)
Señorita Enfermera, por favor ayude a mi hija, por piedad se lo ruego, ¡se me esta muriendo en mis manos! Sálvela, no deje que se me muera, es la única niña que tengo, ¡tenga piedad, por favor ayúdenos, ayúdenos por favor!
Enfermera: Mire señor, aquí yo no mando. Si el doctor le ha dicho que espere, tiene que esperar, no hay otra. Además no creo que sea tan grave, por eso el doctor no lo ha atendido, ¿Quién sabe más, Ud. o el Doctor?
Ánggel: Él ni siquiera la ha visto, por favor llame a un médico. (Veo pasar a una señorita vestida de guinda, sé que es una obstetriz)
¡Señorita, cure a mi hija, ayude a mi hija se está muriendo!.
Obstetriz: A ver, déjeme ver. ¡Oh, ESTA NIÑA SE ESTA MURIENDO! ¡Pronto, traigan la camilla, muévanse, se nos va la niña! ¿Por qué no lo han atendido antes? ¡Vamos, apúrense, muévanse! Tranquilo, señor. Todo va estar bien.
Tómenle el pulso, ¡vamos, rápido!, pónganle el respirador artificial, acerquen el electroshock.
¿Cómo no se han podido dar cuenta que se estaba muriendo?, ¡si el señor está que llora ahí afuera! ¿Quién está de turno?
Dafne: Papi tengo frio, mucho frio.
Ánggel: Ya te curas, chiquita, ya te están atendiendo.
Dafne: Papi, mami me ha dicho que me vaya con ella, la he visto hace un ratito. Papi, ¿ya vino Papá Noel? ¿Ya dejó mi regalo?
(Me ahogo en lágrimas, se acerca el final, se acerca el final, ¡ayúdame Dios, ayúdame Dios!, No me la quites, Señor. No me la quites Señor, Padre Nuestro que estas en el cielo...)
Obstetriz: Lo siento… ya es tarde, no se puede hacer nada. Cójala de la mano, sonríale a su hija, nosotros ya no podemos hacer más. Dentro de poco vendrá una sacudida que la dejará fuera.
Dafne: ¡Papi, mamá me está llamando y Jesús se ríe conmigo! Él no es un niño, papá, él es muy grande y tiene barba. Me dice que cuando yo venga a vivir aquí, él te cuidara a ti… y yo le he dicho que no, pero Diosito me dice que si no me vengo ahorita con él, mi pecho me va a doler mucho. Yo estoy muy enferma y aquí voy a poder jugar con los Ángeles y con los demás chiquitos .Además mamita me cuidará
Ánggel: ¡No me dejes princesita, no me dejes Dafne!, no te la lleves Señor, no me la puedes quitar… Me deshago en lágrimas…
Dafne: Diosito me lleva para vivir con ellos, papito, pero no llores, no llores, me haces llorar. Diosito me ha permitido estos minutos para explicarte que voy a estar bien; le pedí que me dejara vivir un poquito más para despedirme de ti y recoger el regalo de Papá Noel, ¿Verdad que él no se olvidó de mi? .Papi, para irme con Diosito necesito que me dejes en el nacimiento del hospital, el que está en el jardín. Ahí esta Jesús grandote extendiendo la mano; ponme en sus brazos, ahora él me cuidará.
(Salgo corriendo, y miro al cielo con furia. No te la lleves, maldita sea, no me la quites, no me dejes solo por favor, no aguantaría esta soledad. No a mi Dafne, ten piedad, ¡no te la lleves por favor, por favor!)
Son las 11.59 de la noche.
Dafne: Papi, llévame al nacimiento.
(La dejo en los brazos de Jesús.)
(Señor, no entiendo por qué te la llevas, no entiendo por qué me castigas ahora. Señor, te encomiendo a mi Dafne, recíbela en tus manos, padre lindo, no me la abandones. Te entrego su vida y ayúdame en este camino que huele a tristeza.
(Dafne tiene espasmos, cierra los ojos, su pequeño cuerpecito cruje de una forma siniestra, abre las manos, su cuerpo se estira.... no puedo seguir hablando....todo esta consumado. ¡DAFNE YA NO ESTA MAS CONMIGO! Suenan las campanas, la gente se abraza alrededor del hospital. Es un ambiente de fiesta, en mi vida solo veo su recuerdo. Beso a mi princesa… ¡Feliz Navidad, Dafne! ¡Perdona tanta pobreza, perdona tanta soledad!).
Historia narrada de las crudas realidades de los hospitales peruanos. Doctores insensibles que juegan a ser Dios. Pobres mortales aprendices de jueces de vida. Proyectos de hombres superiores con licencia para matar.
Comenta este poema y dime en que puedo mejorar, pienso presentarlo a la UNESCO a la UNICEF y A LOS DERECHOS DEL NIÑO ,nadie tiene derecho a DEJAR MORIR A UN NIÑO, mañana te puede tocar a ti, haz que no te suceda. RECOMIENDA ESTE ESCRITO Y HAS QUE TUS CONOCIDOS LO COMENTEN.ánggelbueno@hotmail.com
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