Tengo un libro en la mano,
lo leo y aburre mi mente,
lo suelto y me arde la mano...
Llego a mi casa
Prendo la TV,
la observo y liba mi mente
Me engaño a mí mismo...
La siento de vidrio,
y la apago...
Cojo una guitarra
y canto muy mal, muy mal…
Escucho una voz
que grita a lo lejos...
Callo de miedo,
y tibio me siento,
es la muerte adherida a la sombra...
La ventana me chupa el momento
Miro hacia abajo
Veo autos estreñidos,
luces ahogadas,
perros aullando a la noche...
Mueres, me dicen
Apago las luces
Cierro los ojos
Me tumbo en el sueño
Escucho a la vida
que no cesa de bombardearme...
Respiro y me relajo
Ya medio dormido,
sueño,
y sueño contigo
mientras escribo
sellando mis dedos en las teclas
Y este instinto divino
flamea en el viento
de cada recordaris...
Apago la máquina
y vuelvo a lo mismo...
Las luces del día cabecean
Los fríos hincan la piel
Una hembra llega a mi lecho...
Desnuda mi piel
Muerde mi pene,
y grito,
lloro,
mientras ella gime de placer...
Deseo morir,
después de este instante,
mas no lo deseo
lo anhelo...
Deseo vivir,
mas la muerte
aplasta el pasado
y al lúcido futuro
San isidro, julio 2006
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