Hoy te maté
Te maté con lujuria
Con besos apasionados
Con mordiscos desaforados
Hoy te maté
Y no opusiste resistencia
Te dejaste llevar por mis deseos
Te dejaste matar con mi flagelo

Deslicé mi sexo hasta tu sexo
Te acaricié dolorosamente
Te llevé hasta el cielo y luego al infierno
Te vi estremecer
Te oí suplicar
Y ya no eras carne, ya no eras hueso
Eras solo un gemido eterno.

Vi la agonía en tus ojos
El temblor en tus manos
El ahogo en tu pecho
Vi tu fuerza desvanecerse
Vi tus ganas sin voluntad
Y no tuve piedad
Te apuñalé con pasión
Me deleité con tu dolor

Sentí tu cuerpo inmovil
Y me acosté sobre el
Obligándote a fundirlo con el mío
Obligándote a caer fallecido

Y cuando te vi muerto
Abrigué tu cuerpo desnudo
Y te supliqué que volvieras a la vida
Para matarte otra vez con mis caricias.