Porque en los pocos minutos que te tuve a mi lado, todo ruido se apagó. Y sentí que incluso la luna me miraba extrañada. Ni ella entendía lo que pasaba por mi cabeza, que desde que te conoció, aun no puede acostumbrarse a que el corazón la remesca tanto, tan brusco,.... con tanta pasión. Hace tiempo que algo extraño no daba vueltas en mi vientre, hace tiempo que al cerrar los ojos no venían a mi, imágenes de exquisito dolor. Y nuevamente el tiempo me ganó, pisoteó mis agallas y te arrancó de mi lado, dejándome con el corazón atochado, congestionado de palabras, abrazos, besos, caricias, sueños, .... de presión, de sentimientos. Sentí como si las piernas se me durmieran y un nervio congelante me enmudeció de los pies a la cabeza... estabas ahí, y yo con los bolsillos por estallar de besos y caricias de hace quizás cuantos días. Imágenes de oscuridad, impregnadas con tu olor, me atacan como serpientes, me muerden y amenazan. Me muerden tan narcoticamente como tu boca, me amenazan con matar la mitad de mi historia, me incitan a arrancar a cualquier lado contigo, a olvidarme del mundo, sus ataduras y las mías. Es masoquismo, es buscarte solo para estar reteniendo mi cuerpo, amarrando mis manos y quemando mi boca, que ve tus labios como hielo. |