[Los adultos también merecen una visitas de los reyes magos, pero los suyos no cuentan con una capital economica muy alta, por lo que decidimos recurrir al poder de la tinta]
No se necesitan motivos concretos para dedicarte mis pensamientos madre mía.
Aquella que ve mi presente como su pasado y evita contundentemente mis fracasos y aquellos momentos que probablemente duelan.
Aquella brava mujer que puede actuar de forma drástica pero está plenamente cegada por el amor maternal que parece aumentar con el pasar de las tazas de café.
Sí, esa misma que ansía ser adolescente y niña nuevamente por creer que es necesario para ser la mejor amiga de sus crías sin darse cuenta que ya lo es.
Esa eres tú. Bajo las circunstancias que nos imponga la vida, eres el lado sensible de la familia, la estabilidad sentimental la balanceas cada día, en cada plática, cuando pides ponerte al día de lo sucedido demuestras tu entera dedicación mental e igualmente física hacia tu familia, tu nido.
Mujer más valiente, no la he conocido y dudo que se presente, pues no existe fuerza tal que sea capaz de lidiar con una familia como la nuestra, por la izquierda y por la derecha, por arriba y por abajo siempre hay grandes obstáculos que llegan a herirte pero la cara que decides mostrar a tus hijos, es el rostro de lo correcto, de la fuerza, de la lealtad y la eterna responsabilidad.
Con cada gota que sudas es una muestra auténticamente tuya del amor que sientes, de la pasión por satisfacer cada rango en las necesidades de tus hijos.
Aunque las gotas que más significan en mi vida, son las del sudor que derramaste cuando te esforzaste por mostrar la luz a un infante, que con la asistencia mutua de mi padre, convertirías en humano.
El único esquema de mujer que me gustaría tomar, es el tuyo, a pesar de mi fuerte individualismo, creo que para sobresalir necesito esa chispa que entre risas y enojos liberas. Es una energía única, vital, armónica, valiente y potencialmente leal.
Tenga la edad que tenga, los hijos que presente, las locuras que haga, el cariño de mi mami colmará cada momento.
No olvides tu valor, si algún día lo haces, ve al gran niño con las cajas de leche y las medicinas para el padre, ve a la adolescente hambrienta de cultura y de amor, y ve a la niña imponente con ansias de aventuras y de mimos.