[Es algo que escribí para mi padre que se gradúo de la maestría y me parecío oportuno darle a conocer lo orgullosa que estaba la familia de él, tal vez no les llegue pero espero que comprendan el fin]
Porque esta familia es testigo del poder de voluntad y de las ganas de superarse que singularmente el graduado ha tenido.
Un hombre que en sus 38 años de edad emprendió el viaje de la educación en la maestría de administración pública y hoy, lo termina exitoso.
Un hombre, que entre múltiples obstáculos logró poner en alto el pecho, pensando no en él sino en su familia, siempre inspirado por su sangre.
Peldaño principal de la singular unidad Zavariz Andrade con un poco más de 300kg de experiencias y múltiples emociones. Conocimiento inculcado por cientos de maestros que no lo vieron como un alumno más, sino como un verdadero hombre con futuro prometedor; el graduado ha alcanzados sus expectativas y superado prejuicios. Valores bien definidos por tres figuras fraternales: dos madres y un padre siempre.
El graduado en su pasado trabajaba en condiciones inapropiadas para su edad, pero no descansaba hasta asegurar que su familia tuviera alimento, no descansaba hasta ver a sus padres con sonrisa en cara preparando las ganancias del día convertidas en costeables aperitivos; en su futuro prevemos que no truncará sus estudios, sino que demostrará lo humana que es la educación plena, sabemos que llegará a la cima e incluso, que la conquistará antes de alcanzarla.
En el presente, el graduado puede contar con muchas familias por su encanto de buen amigo, pero esta familia siempre le brindará apoyo incondicional en cualquier aspecto, por su encanto de buen padre y buen esposo.
Ejemplo a seguir de 3 individuos, que sin importar la edad, su eterna y tierna paternidad los verá siempre como infantes.
Anakin ve en Yoda algo más que un verde enano con escasos tres mechones de cabello canoso, pues la sabiduría de maestro demostró al joven aprendiz que lo físico nunca será obstáculo para el conocimiento y no existen límites que impidan el crecimiento de la sabiduría.
Eres la mano que señala sigilosamente el camino, siempre apoyado de los libros, a quienes les agradeces tu actual posición estudiantil y humana.
Ricardo te puede llevar una cabeza de altura, pero su corazón de niño aflora cada vez que tiernamente le llamas Richie, y cae rendido a tus órdenes.
Indira te puede hastiar con sus miles de peticiones diarias y elaboradas contestaciones, pero cuand0 la consientes con tus sabios fundamentos, se vuelve un león domado.
Cessiah te puede desesperar con sus indecisiones, confusiones, despistes y desquicios, pero siempre la tranquilizas con tu dosis perfecta de risas y palabras.
A Tere le puede encantar el orden, pero tu presencia y bienestar hacen esperar cualquier particular obsesión por el buen aspecto del lugar.
Como Betty B. Anderson señaló “No hay horas mala para aprender” toas los dçias podemos aprender contigo. Como Jean J. Barthelemy dijo “A las plantas las endereza el cultivo, a los hombres, la educación” nos has llevado a tu lado en el proceso de conversión de hombre verdadero. Como James Russell Lowell nos has comprobado que “Educar la inteligencia es ampliar el horizonte de sus deseos y necesidades”.
Gracias por mostrarnos que siempre podemos ser mejores, que se puede aprender más día a día y que antes que nada está la Familia.