Un día le preste atención a tus ojos ¡ho vida mía!
Y me pareció caer como si no hubiese un fondo
Pero tú me sacaste con tu soga de cabellos dorados
Y sonreías; pero mi corazón temblaba con espanto.

¡Como te amo eternidad! Contemplar la danza del
Fuego en estos ojos hace estremecer las estrellas;
En marcha viejo corazón, cazador oculto tras las nubes
Al final del cielo se ocultan tras su retorno lo que no
Tiene comparación con nada en este mundo ¡ho vida mía!

Pedacito de locura invisible, aromas puros que me rodean
No cabe en mí explicación para venerar tanta belleza
Expuesta a la luz de la humanidad en una sola mirada
¡ho profunda eternidad! Tu mujer exótica eres el aire puro.

Es tan soluble la profundidad del pensamiento del día que,
Mi alma se desborda en los valles de tus miradas mieles.
Mucho tiempo he mirado a la lejanía; ahora basta mirarte
Como el rió jamás encontraría al fin el camino del mar
Si no fuese por la luz de tus ojos, y la pureza de tu mirada.