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Ad perpetuam rei memoriam

Ella lo amaba, y al amarlo
se acostumbró a su esencia
aprendió a volar por los rincones de su alma
cantaba las melodías que él entonaba
admiraba cada palabra con que él la hacía nacer de nuevo
Ella lo amaba, y al amarlo
se inventó una nueva vida
aprendió la diferencia entre
el negro y el blanco, entre lo dulce y lo amargo...
entre la sinceridad y la hipocrecía...
entre el bien y el mal...
Ella lo amaba, y al amarlo
el silencio se convertía en un bouquet de flores raras
la noche se hacía día, el día noche y el amanecer dormía
el tiempo se detenía y él la adoraba
el presente era el ayer y el ayer el futuro...
Ella lo amaba, y al amarlo
le regalaba su vida, le regalaba sus letras
construían un puente sobre un río mortal
donde noche a noche caían los petalos de aquel amor...
donde noche a noche se creían lo que no podía ser
Ella lo amaba o aún lo ama
y ahora triste y muy sola y enferma de amor le pide al viento,
le pide a la luna, le pide al infierno y le pide a Dios
que jamás permitan que ella cruce el umbral que no debío
y que llevando ese dolor que no aguanta más, los mensajeros
los alados, los caídos o los mundanos, le digan
que su alma le pertenece, que sus sentidos se nublaron
el día que ella no quiso saber de él....
Ella lo ama, y su amor lo tiene clavado en la pared,
clavado en los pisos fríos ,
clavado en las venas de la ciudad
clavado en todos los ojos que mira
y sobre todo, lo tiene tatuado en su ser....
Ella lo ama, ella lo adora
su hostia, su vino, su día final
encierran un nombre...un amor que no fue
cuando cuelgue su alma de la de él
sabre que ese amor, debió de existir...

Enero,. 26- 2005
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