De pronto ahi me encontre, sentado solo frente a esa pared construida por mis placeres, de pronto mi inconciencia me mostraba una felicidad superficial, y le decia adios a mi espiritu.
Un silencio profundo se apodero del cuarto, y por instantes mi cuerpo se estremecia, no hallaba la luz, ni el camino.
Pero despues de algunos minutos, todo esto acabo, el silencio se esfumo, junto a la pared de mis placeres que se hallaba tapando la luz, esa luz que, en seguida, me devolvio la conciencia, y una voz hermosa, tal vez, unica, se apodero de mis oidos, pero esa luz cegaba mis ojos, no veia aun a quien me hablaba, pues no habia visto jamas una luz tan brillante como esa, ni una voz tan pura y perfecta como aquella.
De pronto abri mis ojos y lo primero que vi fue la perfeccion en quien me hablaba, una perfeccion que alguien imperfecto no puede describir, tan solo supe que era Dios, y que lo unico que me pedia era que predique su palabra a los abatidos, aquellos que viven en la oscuridad y no logran ver la luz.
Fueron los segundos mas largos de mi vida, pues me di cuenta que no habia mayor gracia que ver la perfeccion con ojos imperfectos.
Me levante y regrese al mundo superficial,si, tu mundo, mi mundo, pero con otro proposito, el que me habia pedido Dios. Y me di cuenta que asi te encuentres en el cuarto mas oscuro, con una pared inmensa, relativamente indestructible, uno siempre anhela el infinito, anhela a Dios. |