No sé si quiero ver... no estoy segura de poder sobrevolar el mar. Pronto oscurecerá... y la efimeridad me abrazará otra vez. Y el viento una vez más me regalá tu voz, se vuelve inevitable el vacío. Una ilusión fugaz, un haz de luz real... ¿por qué tan cruel?
Texto agregado el 10-07-2006, y leído por 112 visitantes. (1 voto)