Sola, jusgada, vilmente señalada,
expuesta, desamparada,
a merced de que todo el mundo
te clave como agijon de avispa
su inquietante mirada.

Reprimida, discriminada,
sin valor ni fuerzas para defender
lo que realmente eres,
lo que realmente piensas,
soportando tener que ser discreta
ocultando tus emociones todo el dia ante la demas gente,
esa maldita gente que cree saberlo todo
pero que lamentablemente nada entiende.

Temerosa de que al final
todo tu mundo te de la espalda,
de que en verdad terminen por destruir tus ilusiones,
de que cruelmente pisoteen tus esperanzas.

Ingenua, creyendo que algun dia
la ideologia de la gente cambiara
y dejara de señalarte cual bicho extraño
y asi por fin te dejara vivir en paz,
te dejaran amar libremente
como lo hacen los demas
sin tener que rendir cuentas a nadie
ni dar explicaciones absurdas a todos aquellos que ahora creen,
que por ser bisexual eres tambien insensible a sus desprecios
y tolerante a sus grocerias y malos gestos.