Particular agrado corrió por mi cuerpo,
al verme recorriendo tu espalda,
ocupando mis dedos felinos.

La imagen se repite,
el corazón recuerda aquel latido,
de un gato con hambre
de un gato de olvido solo así
pude mostrarte mis dedos felinos.

(Todos)
…Por ahí pasaron mis dedos felinos…

Yacías en tu lecho, sin mirar para atras,
para no convertirte en sal.
Al comenzar me topé con aquella molestia,
de un dolor que cargas hace mucho,
quise hurtarte aquel sentido indiferente a la muerte.

(Todos)
…Por ahí pasaron mis dedos felinos…

Al llegar a la siguiente estación,
sentí que tu cuerpo se elevaba,
te agitabas de singular manera,
creí que era tu lugar predilecto.
Repetí varias veces.

(Todos)
…Por ahí pasaron mis dedos felinos…

Subí, y subí, trepando por aquel camino, orientándome por los latidos de tu corazón.
Allí deposite mi emoción,
para manchar tu corazón de un extraño amor.

(Todos)
…Por ahí pasaron mis dedos felinos…

Me detuve cerca de tu cuello,
aquel que sostiene la mayoría de tus sentidos,
te giraste para contemplarme tomé,
tironeé, desgarré y comí tu carne además,
quería beber de tu sangre para saciar mi hambre.

(Todos)
…Por ahí pasaron mis dedos felinos…

Recorrí una y mil veces tu espalda
creyendo que era mi alimento,
creyendo que era un felino
me cediste tu cuerpo
ofreciéndome tu preciosa espalda.

(Todos)
…Por ahí pasaron mis dedos felinos…

Ya sin hambre saqué las garras de tu carne
me levanté lentamente
perfumado de un amor extraño.
Te dije que habíamos terminado´, respondiste “tienes muy buena mano”,
ahí comprendí que tenía manos
y no garras
cuando paseaba por tu espalda con mis dedos felinos.

(Todos)
…Por ahí pasaron mis dedos felinos…