El amor es como una droga, por el cuál, al consumirla, cada vez necesitamos más de ella y la toleramos mucho más, en cuanto al amor , las personas "adictas al amor" soportan increíbles cantidades de sufrimiento en las relaciones que establecen.
Comienzamos a confundir el amor con algo que podría categorizarse de alguna forma como una tipo de "obsesión".
Hacemos todo tipo de sacrificios personales, sin tener en cuenta nuestros propios intereses vitales con tal de hacer sentir bien a la persona de la cual dependemos. Entre más difícil e imposible sea el lazo que nos une con la otra persona, mayor es la atracción que sentimos hacia ella. Solo destacamos las cosas buenas y ocultamos las malas.
Si la relación no funciona nos echamos la culpa por el fracaso; pensamos que somos nosotros los que fallamos y nos esforzamos más.
Empezamos a tener miedo al abandono y por ese motivo resolvemos hacer cualquier cosa para evitar que la relación se termine.
En muchísimos casos la seducción y la sexualidad son los factores puestos en juego en la dinámica de la relación.
Suponemos que mediante la sexualidad salvaremos, o cambiaremos al individuo con el que ha establecido una relación adictiva, aunque no sea así.
En realidad, todos estos intentos por retener e intentar cambiar al otro estan relacionados con el manejo y el control. Por tal motivo, la respuesta que encontramos de ellos es el desprecio, el mal trato, la depresión o un mayor alejamiento emocional .
Estas actitudes nos llevan a reforzar nuestros intentos dando más amor, dependemos cada vez más de ellos en lo afectivo. Abandonamos nuestros intereses personales, sentimos rabia e impotencia inexplicables hacia ellos.
Por otra parte, llegando a un punto avanzado de la adicción, si una de las personas de la pareja trata de terminar dicha relación, se produce el "síndrome de abstinencia" (igual que a cualquier adicto a quien se le suspende el uso de una droga) un estado físico y mental del profundo dolor; sensación de vacío, insomnio, llanto, angustia, autorreproches, miedo, etc.
La raíz de esta obsesión no es el amor sino el miedo. Miedo a estar solo, al abandono, a no ser digno, a ser ignorado.
Todo esto hace que se nos baje la autoestima y la dependencia se vuelva cada vez mayor.
Por lo general, las personas que se convierten adictas al amor, son personas que conviven con familias disfuncionales, y en ciertos casos, la persona implicada, no puede expresar los sentimientos que tiene y los encierra.
|