Ese día andaba en trámites bancarios por el centro. Fatalmente llega siempre la respuesta: "El señor Jiménez no se encuentra, volverá a las 12". Maldita sea, me digo, eso es casi dos horas más, en lugar de volver a casa prefiero esperar.
Deambulo mrando las ofertas de las tiendas, entro a las galerías que lucen anticipadamente sus adornos navideños, hasta que cansado de andar decido entrar a un cine. Las funciones comenzaron a las 10 de la mañana. Es un cine triple x, no importa, me servirá para capear el calor y hacer tiempo.
La sala está casi vacía, no más de diez personas y todas ellas distribuidas con muchas butacas de por medio. Me decido por ubicárme adelante para sentirme como en casa ante la pantalla de la televisión. El audio comunica chillidos y suspiros, mientras dos tipos con vergas monumentales lamen el cuerpo de una mujer. En este tipo de cine el argumento es lo de menos, puedes llegar en la mitad y no te has perdido nada. En casa solo tengo películas antiguas, de soft porno en las que el órgano sexual masculino está censurado, no así los cuerpos de mujeres que se lucen sin tapujos. La escena que estoy viendo termina y también la película. Pero comienza otra, se titula " Gatitas en la cama". Se viene la primera escena en que dos chicas conversan en un restaurante, entra un tipo de buena contextura y les dirige una mirada y una sonrisa, ellas también sonríen. En ese momento, se sienta junto a mi butaca un tipo con aire despreocupado. Es extraño que estándo el cine casi desocupado haya venido este tipo a ubicarse pegado a mí. Lo miro disimuladamente, parece no inmutarse y mira embobado la pantalla. Entretanto ya las chicas de la pelicula van en un convertible por un camino rural en compañía del tipo musculoso. Llegan a una mansión con jardines, beben whisky junto a una piscina. En ese momento, el tipo que está a mi lado alarga su mano y la afirma sobre mi rodilla. Doy un respíngo y el tipo se disculpa. Parecía algo casual, pero luego en lugar de mirar la pantalla me mira con insistencia. Sigo mirando la condenada cinta, ya los tres actores están bañándose desnudos en la pisicna, comienzo a exitárme al ver los cuerpos perfectos de las hembras... nuevamente el tipo del lado alarga su mano, esta vez no me toca pero se ha vuelto de lado a mirarme y luego comienza a murmurar algo que no entiendo... las chicas de la pantalla han salido del agua y hay con ellas otro par de tipos salidos de no sé donde que comienzan a acariciarlas, mientras ellas ensayan unas miradas asustadas... el tipo definitivamente desea tocar mi sexo... me levanto precipitadamente y me ubico varias filas atrás... las chicas de la pelicula están ahora amarradas a una silla de playa y son objeto de penetración de todo tipo, luego son liberadas y arrojadas al agua de la piscina, no parecen disgustadas y luego aparecen bebiendo otros whskys mientras todos en el grupo se bañan y lo pasan bien.
La fila de butacas en que me encuentro está vacía, pero veo que nuevamente el tipo a buscado sentárse, esta vez un poco más lejos. No me queda más remedio, subo las escaleras y salgo corriendo del cine. Afuera bulle el comercio, el ruido del tránsito, el vertiginoso paso de los peatones. Me perdí el final de la película, ¿qué pasaría con el grupo de la piscina?. Miro mi reloj, estoy a tiempo de reunirme con el Sr. Jiménez, cómo ha pasado el tiempo... |