Desiertos
de días
que se
escurren
entre
los dedos,
hasta
el enredo
furtivo
de la fortuna
y seguir vivo,
y querer,
y poder,
y perderse
en los placeres
del deseo
que resbala
a una nueva
vida,
esa que empieza
sobre
escombros
de otra nos hizo
lo que somos.
Desde lo que fui
a lo que soy;
seré,
si tú quieres,
el esqueleto
de tu almohada,
una sábana
,dermis
o epidermis
de tu cama,
o si acaso
un cactus
con idiosincrasia
de espantapájaros,
espantapenas
en tu terraza,
terraza
de girasoles
y giralunas,
de saltamontes
amantes
de mantis
y libélulas.
Y no,
no lo digo
porque sí,
lo digo
porque no
Y sí,
no dejes
de mirarme así.
Y sino,
Volveré
A mi siesta mineral
De piedra
Que empolla
Gusanos
Y humedad.
|