CORAZÓN ENFERMO DE MELANCOLÍA

Sentado… y aunque mi mano la cubre mi visión luce llorosa;
el espejo en la memoria solo refleja lo inútil, lo vacío, lo severo;
lo problemático y lo ínfimo llenan cada vez más mi razón,
que no encuentra sentido en ninguna de las cosas;
y todo porque no sé decirte los matices que recuerdo
que trastornan a los sueños y me revuelcan a solas

Poco después, mientras el día me acompaña
encuentro un rojo resplandor de tu imagen en mis pensamientos,
te conviertes en alegoría de mi vida,
en recuerdos eternos que me hieren, que me tocan…
todo vuelve a trastornarse en mí; te recuerdo…

Tus palabras eran suaves, pero hirientes
tus ojos eran tristes, pero reflejaban tu alegría
¿tu boca? tu boca era roja, pero mojaba azul profundo;
tu cuerpo frágil llegó a herirme profundamente.

No quiero perder el sentimiento de ese instante aunque muera,
el dolor es bastante para librarme de todo,
para olvidarme de tu expresión, de tu boca, de tus gestos;
para recuperar los instintos que tal vez me regresen
al estado natural que no llamamos vida…