Y siempre termino en el mismo lugar, respondiendo a mis rutinarias obligaciones llenas de gente. El echo de esconder tanta preocupación hace que halla una confucion en mi, entre sombras que llenan mi cuerpo de miedos y que toda mi contemplación hacia tus ojos, tenga un pequeño disfraz oculto, inactivo. Obstáculos postergados, incluso olvidados, sin ganas ni fuerzas para saltarlos, pero si, con ganas de llegar a otro lado. Soy aca la princesa farsante y sin vestido ni corona, y el heroe del corsel negro es un total cobarde ante sus sentimientos. Aumentan cada vez mas los ascecinatos a los corazones, y el excelente ejemplar de un idolo, es el burlon que hace ofensas usando frases sarcasticas. Mientras engaño mi sinceridad, al costado izquierdo de mi ser hay una vos infantil, inocente, sincera, de una niña que una vez soño con contagiar alegrias, y hoy se perdio en el abismo de un mundo inmundo, sin razon. En la realidad de mis utopias, soy una vagabunda y que hacelera su paso por miedo a la vejez, busca un antidoto a un veneno que nace desde el corazon, pero solo de aquellos que se enamoran de un principe lleno de princesas y que ya hizo su absurda eleccion. Y entonces yo sigo mi camino, en busca de aquel remedio a esto que nosotros conocemos como pequeñas gotas que salen de nuestros ojos las cuales nombramos comúnmente como lagrimas. No he encontrado aun la respuesta a semejante enfermedad, pero se como evitar de apoco aquellas lagrimas, simplemente me olvidare de los ojos de mi caballero, y buscare un perfecto fin a mis sueños, que tal vez sea la fantasía inútil de olvidadar y aprender a dejar de amar. Simplemente seguire tampando mi cariño especial hacia esa amistad, y olvidare mis ganas de ser amante de esos labios, y no dejare que otra vez su atractivo encanto cubra mi corazon y mis ojos de aquella enfermedad que me acosa por als noches. Buscare entonces un perfecto fin a mis sueños.