Por lo general me adapto a las circunstancias, pero prefiero hacer los tramites en la mañana. Caminando despacio, me detuve en la esquina a mirar los autos que corrían como locos asesinos. En la vereda del frente un conocido me saludaba haciendo gestos con la cara, me dio por mirar a la izquierda porque había visto suficiente a la derecha, pero, se acerco un hombre de barba no tupida, ubicándose por el lado derecho de la vereda, rodeaba con su brazo izquierdo una manta doblada de color castaño claro, su aspecto era de un vagabundo, pero creo que no lo era. El turno de la luz verde aun no llegaba, el hombre se movió, y me quede viendo como cruzaba entre los autos sin miedo a que lo atropellaran, todos miraban pero, nadie veía nada, luego pensé..., es un desconocido ignorante de las leyes peatonales, aunque por sentido común, creo que todos saben cruzar la calle, salvo los suicidas. Pero el no tenia aspecto de suicida, mas bien tenia el aspecto de un hombre vivo, aunque se movía como un hombre muerto, porque nadie veía nada. El semáforo indico la pasada, apelotonados cruzamos la calle, algunos lo hacían lentamente, otros miraban sus relojes, por el camino me preguntaba, si volvería a verlo mañana, pero prefiero no verlo mas, no vaya a ser que al verlo, denuevo me tenga que accidentar... |