Muchos no se atreven a decir que son felices
por temor a que los tilden de vacuos
y otros esconden su propia felicidad
para que nadie piense que son cursis,
algunos callan y se ocultan y apenas sonríen
para que no se diga que son indolentes,
otros no se demuestran felices
para no ofender a los tantos que sufren.

Algunos se dicen infelices ante los demás
para que nadie les pida un trozo de su camisa,
son tan pocos los que sin decir que son felices
lo demuestran corriendo con su bandera al viento
muchedumbres son felices por una enseña
y se vuelven locos por algunas horas
son tan pocos los felices felices
y tantos los que lloran penurias en las sombras.