A escasos pasos del metro Baquedano, Yuyi, una artesana del macramé, era golpeada por su pareja, el alemán hippie más famoso del barrio Bellavista, el Hunter. Mientras la gresca ocurría un tipo miraba escondido detrás de un quiosko, lo hacía como un cobarde y como si esperara algo más.
En un descuido del europeo la muchacha huyó lo más rápido posible sin rumbo fijo. Con las piernas lánguidas decidió entrar a un bar casi rogando por ayuda. Yuyi, a punto de desmayarse, se sentó donde pudo y comenzó a llorar provocando así la atención de la encargada del local, quien la auxilió con un vaso de agua que le tiritaba en la mano. Después de un rato y en forma casi demencial la artesa decidió caminar con el fin de relajarse, encargando su trabajo de semanas a la mujer; todo su sustento estaba allí: hilos, piedras, broches, joyas únicas creadas a costa de dolores de espalda y esfuerzo visual.
Sin darse cuenta la noche cayó y la muchacha, ahora con un ojo en tinta, regresó a recuperar sus pertrechos. Grande fue su sorpresa cuando su nueva amiga le dijo que el bolso ya no estaba, que un chico que decía ser amigo de ella lo había retirado.
Yuyi enfurecida buscó entre la gente al tipo que le hacía la vida aún más difícil, según la descripción era moreno, tenía ojos verdes, delgado, y vestía jeans y camisa naranaja, casi fluorecente, de unos 25 años, nomás.
Desolada por el puente Pío Nono reconoció sus productos vendiéndose en el suelo.
Con la mirada fija se acercó para increpar al ladrón, y fue en ese instante que todo cambió.
Bastó sólo una mirada y un flechazo crucificó su alma. ¡Era increíble!, se había enamorado, y por primera vez en su vida.
Supuestamente debería terminar aquí el relato, y así sería romántico, pero dejénme agregar algo más....
No te enojes le dijo el ladronzuelo, esto no lo he robado, un amigo me lo pasó, y no me interesa vender tus cosas sólo es una pantalla para mí, porque lo que realmente vendo es esto; y le mostró el banano repleto de pitos de marihuana, y de la mejor, según sus palabras. Yuyi boquiabierta, y con brillo en sus ojos, asintió con la cabeza..Vamos a fumarnos uno para que veas que de verdad es de calidad, sentenció el joven vigoroso. Entonces con una mano la tomó a ella y con la otra el paño de artesanías y salieron disparados al Parque Forestal..Una vez sentados y compartiendo el porro, ella se atrevió y le dijo: creo que me gustas mucho, a lo que él reaccionó tomándola entre sus brazos con fuerza y besándola con intensidad. Al mismo tiempo, los aros, pulseras, tobilleras y anillos ser resbalaban suavemente hasta caer en la tierra..en eso un flaite que pasaba calculó los pasos para acercarse y no ser descubierto, tomó la mercancía y corrió tan rápido como sus zapatillas, nike con resortes, por cierto antes robadas, se lo permitieron
..Y amigos creánme hay más, pero lo dejaré para la próxima..