rendido a la luz de la luna , a la luz de tus ojos la brisa mas cálida en tus mejíllas. Rendido a tu piel; unmbral de mis deseos de niño. destino de fuego que en mis manos llevo. Rendido a tus aromas que jazmines llevas, y el sandalo; del cielo que nos llenas Rendido a tu cántico que amanece al crepúsculo una sinfonía y acabas mi agonía.
Texto agregado el 05-07-2006, y leído por 319 visitantes. (3 votos)