Gracias Gatelgto, amigo:
Hacia ya mucho tiempo que la voluntad dormia el sueño de no pensar, y el corazon habia aprendido a pintar colores en sus alas y, libre, volaba, por sobre todas las cosas, y todo eso era hermoso, sabes, muy hermoso y, si la tentacion de posarse arreciaba, pues, a subir en altura aprovechando, con la corriente, la direccion del viento. Hasta que un dia, imprevisto, de esos en los que la voluntad, olvidada, ya no teme nada, el cansancio le obligo a posar su alas sobre ese cristal que la ilusion fabrica. Y, entonces, fue cuando la voluntad, dormida, desperto, y a traves de sus cristales empezo a reflejar paisajes inimaginables y con ellos empezo a cargarse de voluntades. Su vivir revoloteaba ya feliz por entre aquellos paisajes que el cristal reflejaba. Y, de nuevo, volvio a sentir la calidez de la compañia, dejando acariciar sus alas cansadas por la luz dorada de los dias, hasta que llego esa noche de luna asesina y el resplandor blanco le rompio todos los cristales de su caja dorada y de nuevo sintio el frio y la nieve le entro por todas las ventanas, paralizando sus alas y, todavia, por entre los mil pedazos de cristales rotos por esa luz blanca sigue buscando colores y voluntades dormidas.
Gracias, Gategto, amigo, has dado en el clavo," mi voluntad se ha muerto una noche de luna...." |