Cuando una linda cajera de piel clara
Sonriente y divina se dirigió a mí
Inundándome con su mirada atlántica
Varando en sus ojos muelle
Los míos navíos
Preguntándome como recompensa
Después de haber atravesado
El mar de supermercado
¿Encontró todo lo que buscaba?
Le contesté sin reparo al borde del paro
¡Todo depende, señorita!
Si es usted a quien he hallado
Y así fue como ella me obsequió
El mejor cambio de todos
Una sonrisa muy colorada.
Texto agregado el 04-07-2006, y leído por 107
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Lectores Opinan
09-08-2006
ingenioso, felicidades por tu ortografía. Cuídate mactub20
12-07-2006
me gustó la historia que aquí se guarda.... pero no me gustó la forma que elegiste para expresarla, pues no alcanza a ser lo que querías (si es que logro acertar en lo que querías: algún soneto???)... en forma no alcanza a ser correcta... tal vez si te esfuerzas más... o si le dieras una forma libre... en fin, mi humilde opinión... saludos desnuda