Mi amor, mi dulce amor,
perdido en la distancia.
Quizás hoy contemplas
la misma noche
con las mismas estrellas
que alumbran mi alma.
Seguro es que no me conoces
que no sabes de mi existencia.
Pero yo en mi ignorancia
creo reconocerte.
Te imagino tierno y amable,
protector y a la vez delicado,
poeta, escritor, soldado,
médico, príncipe y actor de teatro.
decidido, emprendedor y valiente,
el héroe de mi historia,
vencedor de la muerte.
Cálido y acogedor,
refugio donde pasar mis horas.
Mi alma desesperada,
te busca en los ojos que me miran,
te anhela, te desea y te llora.
Dulcemente te llama
por entre la niebla
de la oscura noche traidora.
Ya la bruma
de la resplandeciente mañana
me rescata
poco a poco de mi sueño
de penumbra, luna y sombra.
Mas cada mañana
al llegar la aurora
mi corazón te busca.
Querido amor no tardes,
mi amor de siempre mi amor de nunca.
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