Que mis oraciones lleguen al cielo,
que mi alma no caiga en pleno duelo;
que mi barco levante su velero,
que mi dama me espere para gozar de sus besos.

Que la ilusión siempre baile en tus pupilas,
que el amor te llame y te diga:
-sueña y acompáñame, aferrarte y extráñame_

Que mi Dios no se olvide de mí,
que la Madre Santa me cubra con su manto;
que el espíritu de mis versos duerma en ti,
y que la esencia de mi inspiración,
encuentre un cálido vientre en tu loca desolación.

Que la oración que aquí escribo jamás termine,
que el “Amen” no sea un final,
sino;
un vengo luego...

Que mi inspiración no se resuma en estos versos,
que mi revolución sea eterna
y mis hermanos poetas forjen sus espadas con la sabiduría;
y que no se detenga este suspiro.

Que tu corazón palpite con mis gestos,
que tu esencia abrase a todo este sentimiento,
y que en tus ojos nunca se apague el brillo,
que Dios y su gran amor;
reflejan en tu corazón.