Hola…¿hay alguien ahí?
Al otro lado de la puerta nadie respondió.
Hola…Hola…-repitió-..¿Hay alguien que me escuche?…
Y nada…
…Llegó la noche, y El último hombre de la tierra se sentó al lado de la puerta y se durmió, esperando a que amaneciera.
Texto agregado el 04-01-2004, y leído por 249
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Lectores Opinan
25-02-2005
como buen cuento corto, directo, simple e ingenioso. Saludos woody