Lo siento, estoy aquí para escribir ...
Para eso vine, inevitablemente.
Antes pensaba que una de mis misiones era encontrar un alma gemela,
hasta que me di cuenta que lo que se puede encontrar es el amor perfecto,
por alguien imperfecto.
Alguien a quien puedes amar, aceptando sus errores, sus limitaciones,
y las diferencias que existen entre ambos. Comprendiendo cuando te hiera,
porque estás convencido de que te ama, y al final,
como tú, es tan sólo un ser humano.
Por eso renuncio, prefiero pensar que puedo amar muy imperfectamente,
a mi amante ideal. Yo soy humano, no puedo encontrar algo perfecto y entenderlo,
así que seguramente, ya tuve mi oportunidad con mi persona ideal,
pero no supe verlo, yo la amé estúpidamente y perdí.
Ya tuve mi amante ideal y mi amor imperfecto.
Creo que tuve incluso dos oportunidades.
Me rindo, ya no voy a seleccionar más a mis víctimas,
porque no quiero seguir convirtiéndolas en eso.
Tengo pelo azul y elijo mujeres que bailan salsa,
soy un vegetariano que hace las compras en una carnicería.
Aquellas dos oportunidades fueron casos inéditos,
una me buscó a mí y era la novia de mi mejor amigo,
a la otra me le acerqué por soledad y desesperación.
Ambas fueron oportunidades de oro, mujeres que amaban mi pelo azul,
que me cocinaban berenjenas, y con ambas cometí el mismo error:
Agarré un avión.
Ahora sólo quiero esconderme en medio de grandes luces,
ser un talento maravilloso y que una cazadora me descubra,
que trate de hacerme firmar un contrato, que me ofrezca cosas maravillosas,
yo me negaré desconfiado,
mientras al mismo tiempo
estaré enamorándome entusiasmado de alguien como yo,
que ama, conquista, piensa y alucina como yo lo he hecho,
y sea mi garantía de amor duradero y eterno,
¿Miedo férreo a equivocarme, teoría excesiva de los sentimientos?
Así me quiero enamorar yo.
Quiero alguien que me abrume con sus ideas,
a quien yo no tenga que convencer.
Que sea ella quien trate de disuadirme con sus proyectos,
y se ría de mí, aceptando los míos.
Abrazándome con su ánimo,
su espíritu ,
su alma,
su piel,
sus besos,
sus ojos,
sus manos,
sus ideas,
sus locuras,
sus ocurrencias,
su mirada,
su abrazo,
su vida.
Lo siento, no puedo ya usar mi tiempo y mi energía en buscarte,
Pero si puedo dedicarte todos mis poemas.
Para que me leas y me descubras, para que me conozcas,
Sepas quien soy y vengas hasta mí,
Búscame, encuéntrame, descúbreme,
Porque yo vine para escribir. |