Enciendo el televisor, compulsivamente. No puedo dejar ese vicio que al mismo tiempo me atormenta. Doy y doy vueltas a todos los canales, jurándome que al menos voy a ver una película, pienso como un consuelo, ya que me voy a trasnochar otra vez. Quizás encuentre una buena que no he visto o una vista que ya he visto o alguna de la que no tengo ni la más mínima idea, lo importante es que no puedo dormir y necesito algo, pero si es “bueno” para mi mente, mejor, pienso, insulsamente, tan sólo para justificar mi delicioso insomnio.

Así que lo dicho, una película, que me haga sentir menos culpable. Adquiero más cultura cinematográfica y hago algo que me gusta. Es como usar drogas y decir que es para relajarse.

Edu-entretenimiento le dicen a esa grandísima estupidez. Demasiada palabra para decirle a algo que te haga cagarte de la risa y al mismo tiempo “te deje algo”. Odio esas expresiones que de manera tan abstracta tratan de explicar algo, pero como los que las usan no tienen suficiente léxico, o inteligencia, dicen esas barbaridades de señoras que no fueron a la escuela.

Edu-entretenimiento también me suena a programa infantil de concursos, lexotanil televisivo. Es como ver un especial de insectos en Discovery Chanel, hasta el más nocturno bebedor de café empezará a roncar y babear en segundos. Así que yo busco mi gran excusa cinéfila, “Asalto mortal”, “Atrapados”, “Escapando de Loungerville”, “Sin Salida” y “Un par de idiotas”. No sé si culpar a la industria del cine, a los que traducen los nombres de las películas o simplemente a mi estúpido insomnio.

Así que admito que lo mejor será buscar una de esas típicas series, en un típico canal de series. Duran media hora, no te das cuenta cuanto tiempo pasa. Te ríes. Son adictivas. Al final sólo te hacen sentir culpa por haberlas visto en lugar de dormir. ¿Quién coño necesita caer en las drogas? Es mejor ver Friends, Will and Grace o Everybody Loves Raymond a las 3 de la mañana!!! Claro, hay casos extremos y peligrosos, como ver El Principe del Rap o Tres por Tres. Pasa el tiempo entre narcóticas series y me voy a dormir a las 5 de la mañana, ya no tengo fuerzas para asomarme a ver el amanecer, es decir, para asomarme sí, para esperar extasiado y entregado el dulce y súper beautiful amanecer, ni amarrado.

Obviamente, las veces que uso la palabra mañana es para referirme al día siguiente a este, o al momento cuándo estoy viendo televisión con los ojos fritos y el corazón diciéndome, duérmete coño!!! Pero eso es la madrugada realmente. Yesterday .... esa es la mejor traducción. Nada de morning. El inglés en eso nos supera. Nos regala la posibilidad de decir, mañana, como el día futuro, nada de gente levantandose a hacer yoga, trotar, ordeñar vacas o trabajar. Nada de ser responsable. Los artistas deberían decir, yesterday, siempre, yesterday.