Sexo, drogas y rock n roll.
Internet.
Quiero tener una maquinita de sexo en realidad virtual, y que todos lo sepan, hasta mi muñeca de plástico. Así sabrán que lo busco es sólo amor.
Viajo, vuelo, enloquezco, pero todo bajo mi estricto control. Ay! Otro latigazo más, dame, otro latigazo más, uff!!! Todo bajo mi estricto control.
Fumo, inhalo.
Sudo.
Afino mi guitarra, toco lentamente, dejo que el humo del cigarrillo se pierda en mis ojos. Necesito llorar, y entonces, podré componer esa triste canción que tanto tiempo ha permanecido en mi corazón y en mi mente. ¿Cómo es que se llama aquella mujer? Todas las canciones deberían tener nombres de mujeres comunes. Nombres extraños, eso sí.
www.rotten.com – ¿Acaso alguien no la conoce?
Mastico mi hamburguesa, un poco, un poquito más, lastimosamente, con un poco de asco. La nevera la puso muy fría y dura, en apenas un par de días. No le terminaré de comer. Todavía me puede alimentar, su rancia lechuga, su putrefacta carne, su estúpido pan. Un par de días más. |