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La esperanza es lo ultimo que muere, y no cae hasta que se hayan agotado todos los recursos que se tengan para poder cumplir nuestros sueños, por eso nunca hay que rendirse a pesar de que las circunstancias nos quieran convencer de lo contrario.
En un oscuro y escondido laboratorio se encuentra un hombre de edad avanzada, trabajando todo el día, soñando despierto de noche, con solo una idea en su mente, esta completamente convencido de que debe de alcanzar su objetivo, no importe el esfuerzo, no importa el cansancio. Una maquina recién terminada se encuentra frente a el, el sudor se acumula en su frente y presiona uno de los botones. La maquina enciende y un denso humo llena el laboratorio impidiéndole ver lo que hay a su alrededor, aunque esto no le importa, ya que esta intentando ver a través del humo del tiempo que se acumula en su mente, aun puede recordar con claridad aquel día en el que su vida cambio y tomo la ruta que ya se encontraba destinada para el.
Recordó aquella habitación y la anciana que se encontraba ahí, recordó el llanto en sus ojos por la perdida que había tenido, su alma gemela lo había abandonado, pero no estaba dispuesto a vivir mas así, en ese día se juro a si mismo que haría hasta lo imposible para remediar esa situación, utilizaría todos sus recursos y toda su energía, su profesión le ayudaría, solo que ahora se dedicaría exclusivamente a la rama de la clonación, ahí estaría la solución, recorto un poco de cabello de la anciana y lo guardó, le serviría para cuando la ciencia pudiera volver realidad a los sueños y consiguiera romper la infame distancia que la muerte crea entre dos seres que se aman, ese día había llegado y por fin vería lo que casi toda una vida había anhelado.
Hubo un momento de duda en que pensó que quizás seria mejor dejar las cosas tal y como estaban, pero inmediatamente cambio de parecer y abrió un pequeño compartimiento de la maquina para poder depositar aquel hermoso mechón plateado que había guardado con tanto cuidado, lo cerró y dejo que la maquina hiciera su trabajo, por ahora solo le quedaba esperar un poco mas. En el transcurso de ese tiempo no pudo evitar ser atacado por una repentina oleada de recuerdos acerca de una vida que ya había vivido, se le vino a la mente la imagen de Diana cuando era joven, y de el con otra apariencia, recordó aquellos momentos tan bellos que habían pasado juntos, aquellas largas conversaciones que en ocasiones se prolongaban hasta altas horas de la noche, conversaciones acerca de lo que harían en el futuro, de sus sueños, los cuales nunca se realizaron, hasta el día de hoy podría revivir todos aquellos momentos, solo había que esperar.
Después de un tiempo la maquina había terminado, su trabajo, mas humo llenaba todo el laboratorio y cuando se disipo pudo apreciar como su sueño se había vuelto realidad. Recostada dentro de la maquina se encontraba una vieja mujer, las arrugas en su piel evidenciaban el imparable paso del tiempo sobre ella a pesar de haber nacido apenas. Mas dudas en la mente de Roberto, ¿ estaría viva? ¿seria la misma Diana que el había conocido? Solo había una forma de saberlo, se dirigió hacia donde estaba y la sacó de la maquina, la tomo entre sus brazos y la despertó con un tierno beso, tal y como lo había imaginado en sus sueños.
Diana abrió los ojos que pronto se vieron llenos de lagrimas de felicidad, por fin había despertado de una horrenda pesadilla, Roberto estaba con ella, una vez mas, como antes lo había estado.

- Roberto ... yo ...
- No digas nada, ahora solo existimos nosotros dos, he cumplido lo que te dije y lo seguiré haciendo, te amaré por siempre
- Y yo a ti

Y volvieron a besarse con una pasión increíble pues hacia mucho tiempo que no habían podido hacerlo, por fin podrían entregarse el uno al otro y vivir juntos de nuevo tal y como lo hacia antes.
Tan felices estaban que no se dieron cuenta de lo que pasaba a su alrededor, la maquina estallaba y ahora el fuego consumía el laboratorio, pero nada de eso les importó, ya nada se podía hacer y solo siguieron abrazándose mientras el fuego los abrazaba a ellos, de pronto una gran explosión termino con todo.
Poco después Roberto recuperó la conciencia, sintió un gran dolor en su cuerpo a causa de las quemaduras, pero el dolor se volvió mas fuerte al ver a Diana delante de el, lo había abandonado de nuevo, pero ahora podría alcanzarla y antes de que la muerte lo tomara uso sus ultimas fuerzas para decir una vez mas lo que ya antes había dicho; “ Te amare por siempre”
Después solo la oscuridad, pero aun no había terminado, una débil esperanza seguía existiendo.



Texto agregado el 30-06-2006, y leído por 140 visitantes. (0 votos)


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