Es la vida que conozco,
es mi sonrisa, mi risa y mi carcajada,
es el ojo audaz que distingue el ánimo,
es la piel que toca piel pero siente el alma,
el pie que pisa tierra,
la cabeza que aclara,
el corazón que enseña a amar
es la fe en la vida, los sueños y la verdad,
la búsqueda misma del equilibrio,
la compañía eterna del oxígeno constante
que no pretende hacerse ver,
es el silencio en el que ser dice todo
la distancia que se acorta con un llamado,
es la compañía en soledad,
la libertad de la hermandad,
el abrazo contenedor,
la mirada penetrante,
la alegría espontánea… un ataque de risa
es el tiempo para ser feliz,
la anécdota que se cuenta,
la innecesidad de confesar,
el instinto maternal,
un legado en otra vida,
es la amistad.
|