Te esculpo callado,
Mientras tus suspiros me hablan
Casi al unísono en sincopas de seducción.

Retoco tus labios y los beso con mi mano
Para no macular su semblante, bella dulzura.

Y mis manos, ásperas, rozan tus pechos
De infinita claridad
Para que mi piel quede en la tuya...
Así de noche podré añorar con tus velos
Que me cubren el alma
Y enzarzan mi ser.

Cazo- presionando- tus prolongaciones
Que me tocan con cautela
Para no despertar, excitar, oler.

Tus piernas casi infantas
Me miran provocadas,
Se rozan en lo íntimo
Y hacen muecas de placer.

Para su deleite me hago esperara,
Las campanas suenan y ronronean los abedules,
Y tu espalda pubescente me muestra que es hora.

Todo tu cuerpo bañado
En las olas de la abundancia
Mojan el mío para hacerlo cincelar
A tu manera, de tu grafía, con tu mirada.