Un final feliz

Si no nacemos con el fin de morir, ¿Qué nos queda?

Solo podemos mantenernos con la esperanza de que algún día podamos volar… incluso la idea de tomar caminos distintos nos da la sensación de muerte. Sería como pararse en la parte de atrás de un dinosaurio a esquivar sus coletazos de un salto.

Al momento de mirar al horizonte, no puede evitar soltar el nudo que le aprieta la garganta. Solo su caída seria la oportunidad para su asunción. La idea de poder sobrellevar la idea de la gravedad inunda el deseo de pisar la tierra; y es que el aire sería tal y como un colchón de plumas, y el mito de Icaro ya no lo sería jamás.

El llanto de una niña interrumpe su travesía, no puedes conformar tu mundo con solo una persona. El egoísmo sentimental que inconcientemente la agobiaba, fue capaz de olvidar a aquellos entes que te rodean y que realmente se preocupan por ti. El oscuro cielo gris permitía ver de una impresionista manera la silueta de su hermana menor, y entre sollozos y amarguras deciden saltar al vacío.

Las portadas dijeron que ambas fueron encontradas sonriendo.