Lloro y lloro el mar de mi malaventura,
Agonizo en la nebulosidad de mi debilidad,
Sufro de alegría, que sentimiento mas misterioso.
Mi tiempo es ahora, ahora y en soledad, deambulando endeble, corriendo de libertad, una libertad que siempre estuvo ahí, pero que recien ahora,
Me permito oler, olerla así, así como yo quería.
Mi carne quiere deseo cesando,
Vehemencia, quiere sangre hirviendo a borbotones.
Lloro mi alegría, lloro salmueras de dolores caprichosos.
Allí aparece él, contemplandome.
Sus ojos... Ah! sus ojos me extrañan,
Siempre lo hicieron.
Sus ojos me quieren aún. Ojos que han llorado mares de la malaventura también.
Todo ocurrió antes de lo que debió ser, siempre lo supimos.
Todo ocurrió un capítulo antes.
Ya no arranco, ahora me dejé atrapar.
Mi vida es deseo, deseo y una liberación mal disfrazada, pero sobreviviré en esta mala copia de averno, sobrevivíré a tus ojos lamentandose,
A tu hermoso rostro de hombre.
Maldita confusión doliente, que daña mi materia gris.
Pero ya no arranco, ahora me dejé atrapar,
Me dejaré atrapar. |