Un día más, una noche más
no hay a dónde ir,
porque siempre estás en el mismo lugar.

Corriendo en círculos
tratando de creer que avanzas,
caminas hacia delante.

Terminas viendo
las mismas cosas que siempre viste
y aún así te sorprendes y te escondes de vos.

La realidad es que no hay valor para jugarse
no hay coraje
para dejar de caminar, de avanzar.

Es el miedo de creer que hacerlo es rendirse,
cuando es todo lo contrario.

El destino no está más adelante
Y cuando lo entiendas verás,
que no hace falta caminar.

La libertad está dentro tuyo
Sólo eso importa.
Y sentir, la verdad
no es tratarte de entender.

No es tratarte de entender.