Sol radiante. Una joven tendida en el pasto oteando el horizonte ¿Cuál de todos? Un poco más allá, un joven que parece su novio, la contempla, pero sus ojos tienen una fijeza que parece traspasarla. El cálido viento mece sus cabellos y sus vestimentas, es una postal idílica. Otro grupo de personas, también tendidas en las más diversas posiciones, parecieran retozar bajo los rayos candentes de esa primavera naciente. Es la vida manifestándose en las hojas de los árboles, en el cielo rotundamente azul, atravesado por bandadas de pájaros. Es la vida restallando en cada espacio. Es la muerte reinando sobre cada ser tendido, en algunos pintándose en sus ojos una velada angustia, en otros, la perplejidad por ese segundo que les robó la existencia. Todos ellos, el retrato sanguinolento de una patética devastación provocada por una bomba asesina…