cuando realizo mis cuadros intento por todos los medios a mi alcanse de que no superen un valor de cien euros, si observo que la obra se dispara para el lado del talento supremo la cubro con una mano nueva de pintura sin sentir lastima.
es absurdo anular el talento, pero esa disiplina activa mi voluntad en la materia;
despues de todo, a las perdidas doy con una gran creacion artistica.
soy un artesano esquisito, eso si,
me conformo con ser de esta manera.
pintando uno puede mirar facilmente los limitimes de su capacidad y amoldarse.
tengo un compromiso incondicional con los personajes que logro ver en un entresueño irreal impostado y a los que rescato de la tormenta de colores. soy un celoso guardavidas de los duendes que asoman a la luz, en definitava blanca, de la vida de entre las llamas.
espero paciente en un estado de esperanza muy valorado por mis principios (como enamorado que espera a su amada con el ramo de flores bajo el farol de la acera) que ellos por si solos emerjan del garabato.
debo de seguir la tarea de untar con pasion el paño de lineas y curbas, negras y blancas, bajo la conduccion del artesano que hice de mi con los años de trabajo acumulados, porque de esa unica manera es que nos encontramos con ese mundo fantastico de criaturas que adoro. soy su creador si no pinto no nacen.