era el pasillo entonces la extensión del patio hasta la calle
poblado de macetas y canteros
con sus primores de ópalo en verde y rojo y claro
risas y fuga en alas miniadas de sol de mediatarde
era la madre el pelo suelto
con el padre tan joven y el verano
y las palomas del hermano colombófilo
alzándonos los ojos
y los jilgueros y los días como espadas
penetrando el parral desde temprano
la estación provincial y los cardos azules
a unas cuadras de casa
y el agua de la fuente acunando una nube sin destino
deshilachada en el viento
el olor del forraje en el relente del crepúsculo
y el carbón ardiendo en la caldera
su rugido lejano
era la trocha angosta y el amor en los galpones
las tejas coloradas y unos ojos muy abiertos
al brillo seductor de los escaparates de septiembre
.
Texto agregado el 27-06-2006, y leído por 297
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Lectores Opinan
08-08-2006
Tu poesía, llena de imágenes, despierta la nostalgia. margarita-zamudio
16-07-2006
Una memoria fértil y precisa en los detalles,vital,sencilla como la mirada de un niño que pasado el tiempo convierte el recuerdo a la palabra.Me ha gustado mucho su aire familiar. naju
12-07-2006
"era la trocha angosta y el amor en los galpones" uffff... has pintado muy bien esta acuarela! 5* aruald