Escupí justo sobre la hormiga
Una hormiga escapada a su rebaño
Semejante escupitajo ligoso
Que pensé que el insecto ahí nomás moriría
Pero porfiando un camino
Logró reventar una enorme burbuja
Y salio de ese desconocido lugar
Dejando una huella salivosa tras su marcha
Pudo vivir
Pudo salir
Y no murió

Así es dios…

Escupiéndonos a todos
Metiéndonos pollazos desde el cielo
Agujerando las nubes con sus escupitajos
que parecen diluvios embolsados
cayendo y cayendo
a veces más de cuarenta días y cuarenta noches
¿será para porfiar en la vida
o para matarnos como jugando?
y justo hoy
que me ha caído tan grueso esputo
me estoy quedando en su centro
sin poder andar ni para un costado ni para otro
girando nada más
sobre mí
oliendo su saliva vengativa
viendola extenderse al resto de lo que queda húmedo
porque recién se está secando
¿me preguntó si este pollo que me va matando será el único
y si me está matando en realidad?
Ahora yo parezco una hormiga
Y mis “nosécuántas” patas se sumergen en saliva divina
Y veo que no avanzo
Que este esputo me lo han mandado sin burbujas
más meloso, más espeso, y pegajoso
que el camino no se dibuja ante mis grandes ojos negros
y se sucumben a pedazos mis antenas.